Consiste en la sustitución de la articulación por una prótesis. Generalmente por artrosis de cadera (desgaste) en personas mayores (a partir de 65-70 años), pero también en gente joven como consecuencia de fracturas de cadera u otros problemas como, por ejemplo, necrosis de la cabeza del fémur, displasia de cadera, artritis reumatoide.
¿Cómo se puede prevenir?
- Evitar el ejercicio fuerte: salto, carrera, levantamiento de pesos. Por ello debe mentalizar al paciente joven de una limitación en su actividad deportiva. Así retrasará la artroplastia. Además, una prótesis de cadera implica suprimir todo esfuerzo que sobrecargue el implante.
- Nadar y montar en bicicleta, porque el movimiento de la cadera es armónico. Dar paseos sobretodo por terreno llano.
- Hacer gimnasia de mantenimiento que incluya estiramientos, ejercicios de tonificación muscular y de relajación.
- Durante las crisis se recomienda reposar tumbado boca abajo para evitar que la cadera se contracture en flexión.
- Puede necesitar una muleta, que se coloca en el lado sano. De esta forma al apoyar la extremidad enferma, la muleta la equilibra.
¿Cuándo se indica?
Las dos indicaciones principales para colocar una prótesis total de cadera son el dolor y la discapacidad funcional que sufre el paciente.
¿En qué consiste la cirugía de Prótesis total de cadera?
La prótesis está compuesta por un vástago que une la prótesis al fémur; un cótilo que la fija a la pelvis y dos componentes que articulan entre sí: la cabeza femoral y el inserto acetabular. Ambos componentes de la prótesis pueden fijarse al hueso por sí mismos gracias al tipo de material y a su diseño, o mediante un cemento especial en determinados casos.
Otra parte importante de la prótesis es el par de fricción (componentes que están en contacto durante el movimiento), que se clasifica según el material: metal-polietileno, cerámica-polietileno, cerámica-cerámica, oxinium-polietileno, metal-metal,… Actualmente, la prótesis total de cadera más utilizada, según el Registro de Artroplastias de Cataluña (RACat), es la no cementada con par de fricción metal-polietileno.
La elección del tipo de prótesis y par de fricción dependerá de diferentes factores como la edad, antecedentes médicos del paciente…. Pero, de todas formas, la experiencia del cirujano es fundamental para escoger la más indicada para cada paciente en este tipo de intervención.
¿Qué riesgos presenta esta intervención?
Los riesgos de la artroplastia de cadera pueden dividirse en dos grupos:
· Inmediatos:
§ Coágulos de sangre. Estos pueden ser peligrosos si obstruyen el flujo de la sangre de la pierna de regreso al corazón, o si se desplazan a los pulmones.
§ Infección: Si es superficial suele tratarse con antibióticos. Si es profunda en la articulación puede requerir cirugía (Desbridamientos).
§ Lesión nerviosa. Poco frecuente. Puede causar hormigueo, entumecimiento o dificultad para mover un músculo.
§ Luxación de la cadera después de la cirugía.
§ Diferencia en el largo de las piernas. Suele ser muy pequeña y puede corregirse con una plantilla en el zapato.
A largo plazo:
§ Aflojamiento de la prótesis de cadera en el hueso.
§ Infección en la articulación.
§ Una reacción al metal en la nueva articulación de la cadera.
¿Qué beneficios aporta esta intervención?
Permite recuperar el normal funcionamiento de la cadera, eliminando el dolor intenso que sufren estos pacientes tanto al caminar como en reposo.
El éxito de la cirugía pasará necesariamente por la labor del paciente de hacer ejercicio, teniendo en cuenta las precauciones recomendadas para su cadera, sin olvidar el tener un estilo de vida sano.
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