¿Qué es
el hueso?
El hueso es un órgano compuesto por distintos tejidos, vasos sanguíneos, linfáticos, nervios, tejido adiposo y óseo; que ejerce tres funciones:
- Soporte mecánico del aparato locomotor.
- Protección de órganos internos y de células de la médula ósea.
- Actividad metabólica, como regulador de la homeostasis del calcio.
¿Qué lesiones
traumáticas pueden tener los huesos?
En función de la intensidad del traumatismo y de la edad del paciente se podría producir: contusión ósea, periostitis, fractura en rodete, fractura en tallo verde, fractura por fatiga, fractura cerrada, fractura abierta, avulsión, epifisiolisis, entre otras. Dependerá de la zona anatómica, del mecanismo de la lesión, de la intensidad del traumatismo y del estado previo del paciente.
¿Cuáles son los
síntomas de una fractura?
Las fracturas se pueden manifestar de diferentes formas:
Síntomas locales:
- Dolor: es el síntoma principal, que se agudiza al palpar la zona.
- Impotencia funcional: dificultad o incapacidad de movilizar el segmento afectado.
- Actitud antiálgica (mecanismo postural reflejo de protección de la zona afectada).
- Deformidad, equimosis, hematomas, flictenas y/o crepitación en la región lesionada.
Síntomas generales: debido a complicaciones de la fractura (shock hipovolémico, shock neurogénico, sangrado, lesiones viscerales, embolismos).
¿Cuál es el
tratamiento de las fracturas?
El objetivo del tratamiento de una fractura es restaurar la función normal de la zona lesionada, intentando siempre la reconstrucción anatómica, es decir, lo más parecido al estado previo de la lesión.
Las fracturas se pueden tratar de forma conservadora (no quirúrgica) y quirúrgica.
El tratamiento conservador consiste en realizar una reducción (restaurar el alineamiento normal del hueso) e inmovilización, mantiene la reducción permitiendo que la lesión cure.
Como sistemas de inmovilización destacan: férulas (escayolas semicirculares de yeso, metal o plástico), escayolas (realizadas en yeso o fibra de vidrio), ortesis, tracción entre otros.
En el tratamiento quirúrgico es necesario realizar una intervención para tratar la lesión, en función del tipo de fractura se puede tratar con fijación externa o fijación interna (uso de dispositivos implantados como agujas, tornillos, placas).
El principio básico en el tratamiento general de las fracturas es favorecer el proceso fisiológico de consolidación, la curación de las fracturas es un proceso biológico complejo.
Uno de los factores que contribuye de forma más directa en la consolidación es la estabilidad de la fractura, la ausencia de movimiento en el foco de lesión contribuye a la formación del callo óseo.
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