Un brazo quebrado involucra uno o más de los tres huesos del brazo: el cúbito, el radio y el húmero. Una de las causas más frecuentes de la quebradura de un brazo es caerse sobre la mano extendida. Si crees que tú o tu hijo se han quebrado un brazo, busca atención médica de inmediato. Es importante tratar una fractura lo antes posible para que se consolide adecuadamente.
El tratamiento depende del lugar y de la gravedad de la lesión. Una quebradura simple podría tratarse con un cabestrillo, hielo y descanso. Sin embargo, es posible que se deba realinear (reducir) el hueso en la sala de urgencias.
Una quebradura más complicada puede requerir cirugía para realinear el hueso quebrado e implantar alambres, placas, clavos o tornillos para mantenerlo en su lugar durante la curación.
Síntomas
Un chasquido o crujido puede ser el primer indicio de que te quebraste un brazo. Algunos de los signos y síntomas son:
- Dolor intenso, que puede aumentar con el movimiento
- Hinchazón
- Hematomas
- Deformidad, como un brazo o una muñeca doblados
- Incapacidad de girar el brazo con la palma hacia arriba y luego hacia abajo, y viceversa
Cuándo consultar al médico
Si tienes tanto dolor en el brazo que no puedes usarlo con normalidad, consulta con un médico de inmediato. Lo mismo se aplica a tu hijo. Un retraso en el diagnóstico y tratamiento de una fractura de brazo, en especial, en los niños (que sanan más rápido que los adultos) puede provocar una mala consolidación.
Sus causas
Las causas frecuentes de la quebradura de un brazo son:
- Caídas. Una de las causas más frecuentes de la quebradura de un brazo es caerse sobre la mano o el codo extendidos.
- Lesiones deportivas. Los golpes directos o las lesiones en la cancha o en el campo de deportes causan todo tipo de fracturas de brazo.
- Traumatismos considerables. Cualquiera de los huesos del brazo puede quebrarse durante un accidente vehicular o a causa de otro tipo de traumatismo directo.
- Maltrato infantil. En los niños, un brazo fracturado podría ser consecuencia de maltrato infantil.
Factores de riesgo
Ciertas enfermedades o actividades físicas pueden aumentar el riesgo de quebrarse un brazo.
Determinados deportes
Cualquier deporte que implique contacto físico o aumente el riesgo de caerse (como el fútbol americano, el fútbol, la gimnasia, el esquí y la patineta) también aumenta el riesgo de quebrarse un brazo.
Anomalías óseas
Las enfermedades que debilitan los huesos, como la osteoporosis y los tumores de huesos, aumentan el riesgo de fracturarse un brazo. A este tipo de quebradura se la conoce como «fractura patológica».
Complicaciones
El pronóstico para la mayoría de las fracturas de brazo es muy bueno si se trata precozmente. Sin embargo, algunas complicaciones pueden ser:
- Crecimiento desparejo. Debido a que los huesos del brazo de los niños todavía están creciendo, una fractura en la zona donde se produce el crecimiento, cerca de cada extremo de un hueso largo (cartílago de crecimiento) puede interferir en el crecimiento normal de ese hueso.
- Artrosis. Las fracturas que se extienden a una articulación pueden causar artritis en ese lugar años después.
- Rigidez. En ocasiones, la inmovilización requerida para curar una fractura en el hueso superior del brazo puede dar como resultado una amplitud de movimiento limitada y dolorosa del codo o el hombro.
- Infección ósea. Si una parte del hueso fracturado se asoma a través de la piel, es probable que quede expuesta a gérmenes que pueden causar una infección. Es fundamental tratar rápidamente este tipo de fractura.
- Lesiones en los nervios o vasos sanguíneos. Si el hueso superior del brazo (húmero) se fractura en dos o más partes, los bordes irregulares pueden lesionar los nervios y los vasos sanguíneos cercanos. Si notas entumecimiento o problemas de circulación, busca atención médica de inmediato.
- Síndrome compartimental. Si el brazo lesionado se hincha excesivamente, puede cortar la irrigación sanguínea hacia una parte del brazo y causar dolor y entumecimiento. El síndrome compartimental, que generalmente se produce entre las 24 y las 48 horas después de la lesión, es una emergencia médica que requiere cirugía.
Prevención
A pesar de que es imposible prevenir un accidente, estos consejos podrían ofrecer una cierto grado de protección contra una fractura de hueso.
- Lleva una alimentación adecuada para tener huesos fuertes. Sigue una alimentación saludable que incluya alimentos ricos en calcio, como leche, yogur y queso, y en vitamina D, la cual ayuda al organismo a absorber el calcio. Puedes obtener vitamina D de los pescados grasos, como el salmón; los alimentos fortificados, como la leche y el jugo de naranja; y de la exposición solar.
- Realiza ejercicio para tener huesos fuertes. Las actividades físicas que implican soportar peso y los ejercicios que mejoran el equilibrio y la postura pueden fortalecer los huesos y reducir la probabilidad de fracturarte. Mientras más activo y sano seas a medida que envejeces, menos probabilidades tendrás de caerte y fracturarte un hueso.
- Evita las caídas. Para evitar caídas, usa calzado adecuado. Retira los objetos peligrosos del hogar que puedan causar caídas, como tapetes. Asegúrate de que la vivienda esté bien iluminada. Coloca agarraderas en el baño y pasamanos en las escaleras, si fuera necesario.
- Usa equipos de protección. Usa muñequeras para realizar actividades de alto riesgo, como patinaje, snowboard, rugby y fútbol americano.
- No fumes. Fumar puede aumentar el riesgo de fracturarse un brazo, ya que reduce la masa ósea. Además, dificulta la curación de las fracturas.
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